lunes, 26 de febrero de 2007

Atribuye su longevidad a la falta de sexo

Un hombre chino de 107 años de edad, fumador ocasional, ha afirmado que las más de siete décadas de abstinencia sexual que ha mantenido han contribuido a su longevidad.
"No sé por qué he vivido tanto tiempo", decía Chan Chi, una de las personas más ancianas de Hong Kong, este pasado domingo en la celebración anual de las personas más viejas de la ciudad. "A lo mejor tiene que ver con el hecho de que he tenido una vida sin sexo durante mucho tiempo, desde que tenía 30 años", dice Chan, cuya mujer falleció en la segunda guerra mundial.
No obstante, el centenario Chan ha admitido que no ha querido abstenerse de los placeres del tabaco. "No quiero dejarlo", afirmaba. "A lo mejor el Gobierno debería prohibir la venta de cigarrillos para que pueda dejarlo", añadía el viejo.

viernes, 23 de febrero de 2007

En un pacto suicida, la novia muere y él se arrepiente

En Chile, una joven pareja de enamorados hizo un pacto suicida en una mortal alianza de amor, pero en el último instante y cuando su novia ingiría una dosis letal de cianuro, el hombre se arrepentía cambiando de opinión.
Gabriel Miranda, de 21 años, ha dicho a la Policía que trató de ayudar a su novia, Lorena Barrientos, de 24 años, pero era tarde porque después de convulsiones y espasmos, moría. Él sufrió complicaciones leves porque ingirió un poco de cianuro cuando le daba respiración boca a boca a la mujer.
El pacto mortal cumplido a medias ocurría este jueves, y hoy viernes la policía y el fiscal Ernesto Navarro investigan la forma y el lugar en que el arrepentido novio compró el cianuro, porque es un elemento difícil de adquirir debido a su peligrosidad.
Miranda dice que por un aviso en internet se enteró de que el cianuro era vendido en un popular mercado de productos de segunda mano, y también robados.

viernes, 16 de febrero de 2007

A más sexo, menos memoria

Reza el refrán que el sexo vende. Pero parece que no es así. Al menos, no en lo que concierne a la publicidad.
Una investigación llevada a cabo por el departamento de psicología del University College de Londres ha determinado que la retención de los anuncios emitidos en medio de programas con contenido sexual explícito es menor que la de los emitidos en medio de un programa sin contenido sexual.
Para llegar a esta conclusión, los psicólogos sometieron a un grupo de participantes de entre 18 y 31 años a la siguiente prueba: les mostraron capítulos de Sexo en Nueva York (como ejemplo de espacio con contenido sexual) y de Malcolm in the Middle (como ejemplo de espacio apto para todos los públicos) con publicidad inserida (tanto de contenido sexual como no) y les preguntaron luego sobre lo que recordaban de la publicidad que habían visto.
En las pausas publicitarias se emitieron hasta 12 anuncios de cedés, cerveza, perfumes, productos para el pelo, bebidas alcohólicas y teléfonos móviles.
Los resultados mostraron, además, que los hombres son más sensibles a la publicidad con contenido sexual, pues la recuerdan mejor.
El porqué de la poca retención de los anuncios en los programas con contenido sexual no está claro. Los investigadores aducen que los espectadores podrían estar tan atentos al programa que podrían ver en la pausa una molestia a la que se rebelarían dejando de prestar atención.

martes, 13 de febrero de 2007

Viagra por San Valentín

Ni las tradicionales flores, ni cajas de bombones, ni osos de peluche. Tampoco nada con forma de corazón ni de color rojo. Este San Valentín, los hombres de Manchester, en el Reino Unido, podrán regalarse a sí mismos y, por supuesto a sus parejas, pastillas de Viagra sin necesidad de receta médica.
Tres sucursales de la principal cadena británica de farmacias, Boots, venderán con motivo del día de San Valentín, que coincide con el Día Nacional de la Impotencia, las famosas pastillas azules. Esta iniciativa forma parte de un ensayo piloto que, si tiene éxito, se extenderá por el resto del país.
Los hombres que quieran conseguir este día las pastillas de Viagra, el fármaco contra la impotencia de Pfizer, sólo tienen que acercarse a las farmacias, contarle su historial médico al farmacéutico y someterse a unas sencillas pruebas, que consisten en medir sus niveles de colesterol y de glucosa y la presión sanguínea. Si todo es correcto, pueden adquirir una caja con cuatro pastillas por unas 50 libras (unos 75 euros).
El proyecto se dirige a los varones entre 30 y 65 años, que sólo podrán comprar la viagra una vez. Si quieren más pastillas, tendrán que acudir al médico para que les haga una receta.
Según la cadena farmacéutica Boots, sólo un 10% de los tres millones de hombres británicos con problemas de impotencia están siendo tratados, por lo que la oferta de viagra sin receta médica puede ayudarlos.
La viagra relaja los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de sangre que llega al pene, lo que ayuda a los hombres a conseguir la erección. Su acción se extiende por unas cuatro horas. Se calcula que 27 millones de varones en el mundo consumen este fármaco, cuyo competidor es Cialis, fabricado por la farmacéutica Eli Lilly.

domingo, 11 de febrero de 2007

Un octogenario, casado 32 veces, busca pareja “joven, de bajos ingresos o huérfana”

Alexandr Kapitúnov, un cosaco de 83 años, residente en la región rusa de Krasnodar, se ha casado 32 veces y según revela el diario Moskovski Komsomóletes busca una nueva pareja para formar una familia. El octogenario novio ha puesto un anuncio en la prensa en la que afirma: “Busco una joven de entre 18 y 24 años, de bajos ingresos o huérfana con fines matrimoniales”. Cuenta el rotativo que una reportera se desplazó hasta el domicilio de Kapitúnov y que éste le recibió como a una candidata a esposa por lo que le dijo: “pase, por favor, usted es la tercera chica que viene por lo del aviso”. “Sólo quiero una esposa que me dé un heredero, al que le dejaré mi casa y mis ahorros” señala el cosaco, que asegura que sus 16 hijos, todos ellos varones, son unos “inútiles” y que por eso necesita un nuevo vástago.
Su primera esposa, con la que contrajo matrimonio en 1948, se llamaba Tamara y tenía 23 años. Kapitúnov, dice que se divorció de ella por desavenencias con su suegra. Después de separarse de Angelina, su cónyuge número 16, se casó otras 16 veces, todas ellas con chicas de poco más de 20 años y estudiantes de la escuela de comercio de la que él era subdirector.
Parece ser que en la región norcáusica en la que reside el cosaco, las mujeres no se quedan atrás en cuanto a matrimonios se refiere. El periódico asegura que ha localizado a una mujer de 77 años, Yekaterina Liulkó, que se ha casado 28 veces y ha enviudado en 27 ocasiones. “Murieron todos a excepción de Alexéi, que fue el décimo sexto o décimo séptimo. Ahora está internado en un asilo”, ha señalado la mujer, que se dedica a cuidar pavas en el patio de su casa. Ella, a diferencia de Kapitúnov, no publica anuncios matrimoniales, pero ha dicho que todavía espera encontrar a su hombre, un “buen abuelo y trabajador”.

sábado, 10 de febrero de 2007

Guapos y ricos: no, gracias

Los hombres que parecen reunirlo todo -es decir que son guapos y ricos- resultan menos atractivos para las mujeres en busca de una relación estable que aquellos que, siendo agraciados físicamente, tienen una profesión de tipo medio, según una encuesta de la universidad inglesa de Lancashire.
A juzgar por los resultados del estudio, publicado en la revista británica Personality and Individual Differences, las mujeres piensan que los hombres guapos y adinerados gracias a su triunfo profesional son "menos de fiar" y los consideran "demasiado buenos para ser verdad".
En el informe han participado 186 estudiantes de ese centro de enseñanza superior de 23 años de media de edad, a las que se pidió que clasificaran primero unas 60 fotografías de hombres en función de su aspecto físico, criterio al que luego se añadieron otros dos: edad y profesión.
Entre las 18 profesiones incluidas en el estudio figuraban las de arquitecto y director de empresa en la categoría más alta, las de profesor y agente de viajes, en la intermedia, y finalmente las de camarero, cartero y jardinero, en la más baja.
Los investigadores concluyen que, si bien los hombres más atractivos ganaban siempre más puntos, las encuestadas preferían a los profesionales medios antes que a los que ganan fortunas. Esa elección se debe, según el director del informe, Simon Chu, a que los guapos y ricos atraen también a otras mujeres y es más probable que busquen relaciones pasajeras en lugar de alianzas estables.

viernes, 9 de febrero de 2007

Asexuales

Si crees que el universo sexual se reduce a heteros, gays, bi o transexuales, estás equivocado. Existen otras orientaciones que congregan a numerosas minorías tan válidas como éstas. Los asexuales son una de ellas.
Todo gira en función de la atracción sexual. Hetero hacia el sexo opuesto, gay hacia el mismo, bi hacia los dos… Pero, ¿qué pasa con aquellas personas que no sienten deseo por nadie? Cumpliendo con la premisa de etiquetar cualquier condición, éstos han recibido el nombre de ‘asexual’, un término aún desconocido, pero que cada vez suena más en nuestra vida cotidiana.
¡Soy asexual! Es difícil concebir la idea de una persona sana, cien por cien indiferente al sexo, más en un mundo que promueve el disfrute carnal y donde los orgasmos se concentran en píldoras azules. Pero cada vez va surgiendo con más fuerza un nuevo movimiento sexual que se desmarca de lo tradicional para gritar a los cuatro vientos que ‘se puede ser feliz sin sexo’. Socialmente activos, sexualmente pasivos, disfrutan de la soledad, pero a la vez cultivan la amistad y buscan en ella ese apoyo y comprensión que a veces echan de menos a su alrededor. Les gusta verse como ángeles terrenales, que jamás se han excitado por el contacto de una piel o el sabor de unos besos, y que reclaman su derecho a ser respetados sin que les cuelguen el cartel de ‘bichos raros’.
¿Estamos ante el nacimiento de una revolución asexuada?
Tres de cada cien personas del planeta se declaran axesuales, es decir, no practican el sexo, pero no por cuestiones éticas o morales, que sería una opción conocida como celibato, sino porque, simplemente, no les interesa. Pero no existen unos criterios estrictos que determinan quién es o no asexual. Nadie experimenta la asexualidad de la misma manera. Para ofrecer alguna claridad sobre esta orientación, la Asexual Visibility and Education Network (AVEN), la comunidad asexual en línea más grande del mundo, define al ser asexual como “una persona que no experimenta la atracción sexual”. Para explicar esto, AVEN tipificó en su día esta orientación clasificándola de la A a la D:
A: tiene apetito sexual, pero ninguna atracción romántica.
B: tiene atracción romántica, pero ningún apetito sexual.
C: tiene ambos.
D: no tiene ni lo uno ni lo otro.
Actualmente la propia Asociación ya no usa este sistema por considerarlo demasiado estricto, aunque existe un buen número de asexuales que siguen sintiendo que es un buen sistema para explicar su identidad sexual. ¿Por qué renunciar a compartir la vida con alguien, los miedos, los secretos o el ocio, por el simple hecho de carecer de impulso sexual? Se puede demostrar el afecto a través de una buena conversación. ¿Pareja? Sí, por qué no. Prescindir del coito no significa renunciar a la pareja. Sí, los asexuales también se pueden enamorar. Según AVEN, la gente asexual tiene las mismas necesidades emocionales que el resto de los humanos y es capaz de formar relaciones. Y es que el enamoramiento no tiene por qué conllevar el contacto físico. ¿Por qué renunciar a compartir la vida con alguien, los miedos, los secretos o el ocio, por el simple hecho de carecer de impulso sexual? Se puede demostrar el afecto a través de una buena charla. Este lazo afectivo hacia la pareja puede resultar para el resto de los mortales sexuados ambiguo, un sentimiento más cercano a la amistad que al amor. Pero el no tener actividad bajo las sábanas no es un concepto nuevo. Matrimonios sin sexo siempre han existido y existirán. Una forma de convivencia diferente, pero en muchos casos muy eficaz.
Asexual: hetero, homo o bisexual. Siguiendo un poco la línea de este razonamiento, y rizando más el rizo, si cabe, podemos hablar, incluso, de asexuales heteros, homo o bisexuales. Y es que esta atracción romántica puede estar dirigida hacia uno o ambos géneros, la única condición: no incluir actividad sexual.
El problema se plantea cuando la parte contraria no confesa con esta filosofía de vida y descubre que no le es suficiente con la vida contemplativa que les ofrece su compañero asexuado. Ésta es la primera causa de fracaso en este tipo de parejas. Antes de llegar a estos extremos, el ser asexuado debe elegir entre:
1.Comprometerse con su pareja a tener un cierto número de relaciones sexuales, muy a su pesar.
2.Permitir a su pareja tener relaciones sexuales con otras personas.
3.Encontrar a alguien que esté dispuesto a renunciar al sexo.
4.Comprometerse sólo con otros asexuales.
5.Optar por la soledad.
¿Realidad? ¿Enfermedad? ¿Encubrimiento? Aunque cada vez más personas están saliendo del armario de la asexualidad, aún no es una orientación reconocida. Pocos son los estudios científicos que avalan esta forma de entender el sexo como ausencia del mismo. Un estudio británico que analizó 18.000 respuestas de personas que fueron encuestadas sobre su vida sexual, incluía una pregunta acerca de la atracción. Un 1% de los encuestados respondió que “nunca se sentía atraído por ninguna otra persona”, dato que fue analizado por Anthony Bogaert de la Brock University en Santa Catarina, Ontario, (Bogaert, 2004), y que catalogó como signo de “asexualidad”. Por otro lado, el Kinsey Institute realizó un pequeño estudio sobre este asunto y concluyó que: “Los asexuales parecen caracterizarse más por un escaso deseo y excitación sexual que por niveles bajos de comportamiento sexual o niveles altos de represión sexual.”
También en el reino animal se han detectado comportamientos asexuales. En un estudio realizado a carneros se demostró que entre un 2% y un 3% de los animales no mostraba ningún interés en acoplarse con miembros de cualquier sexo. Se hizo otro estudio con ratas y jerbos en el cual más de un 12% de los machos no mostraron interés por las hembras, aunque no se midieron sus interacciones con los otros machos, por lo que el estudio resultó muy limitado.
Pero esta escasa investigación que existe sobre el tema no evidencia, ni a favor ni en contra, si la asexualidad es otra forma de entender el sexo. No existe un consenso a la hora de determinar si la asexualidad es una orientación sexual legítima. Hay quien considera que es la manifestación o, mejor dicho, la no manifestación de un deseo sexual inhibido. Éste ha podido ser provocado por abusos sexuales, represión sexual, fobia social, timidez patológica o por problemas físicos. El fantasma de la homosexualidad también planea sobre los que se definen como asexuales, pero en una sociedad en la que este tipo de opción sexual se ha normalizado, salir del armario ya no se convierte en una situación tan trágica como para esconder su verdadera orientación sexual de por vida. Por otro lado, los expertos consideran que también hay que descartar de este grupo a los que no han practicado sexo en su vida. Es difícil renunciar a algo que ni tan siquiera se ha probado. Por lo que ser virgen no es condicionante de la asexualidad. Finalmente, hay quien achaca la asexualidad a no haber conocido a la persona adecuada o, simplemente, no mantener relaciones habitualmente. Es un hecho que el sexo es algo instintivo que, cuanto menos se practica, menos apetece. Pero cada vez son más los especialistas que coinciden en considerar la asexualidad como una opción asumida y no como un trastorno patológico. Por lo tanto, es absurdo pensar en tratamientos mágicos que les devuelvan una libido que nunca existió.
¡Ni locos, ni enfermos, ni homosexuales! Esta línea es la que siguen muchos de los que se autodefinen como asexuales. Pensar en diagnósticos y tratamientos cuando la asexualidad no produce ninguna angustia ni desorden emocional, no hay problema físico ni psicológico, resulta ciertamente absurdo. Los mismos razonamientos se utilizaron en el pasado para justificar los comportamientos homosexuales y hoy día se ha aceptado de forma natural como una orientación sexual más y tan válida como cualquier otra. Y éste, a buen seguro, será el siguiente paso para la asexualidad.
Celebridades asexuales. Hay serios indicios de que la gente que aparece en la siguiente lista son o han sido asexuales. Reales o de ficción, en principio se especuló con su tendencia homosexual o bisexual, pero a raíz del resurgimiento de esta nueva corriente, se les ha comenzado a encasillar bajo esta tendencia sexual.
-Frédéric Chopin: su propia compañera durante diez años, George Sand, así lo afirmaba y se definía también como asexual.
-Salvador Dalí: en su libro Vida Secreta zanjó el tema del sexo con un "aquello no es para mí".
-Sherlock Holmes: personaje de ficción, es el ser asexual por excelencia.
-J. M. Barrie: novelista y dramaturgo francés, famoso por crear el personaje de Peter Pan.
-Henry Cavendish, físico y químico británico, también se dice de él que padecía autismo o una forma extrema de fobia social.
-Adolf Hitler, cuya sexualidad o falta de ella fue discutida en el libro The Hidden Hitler.
-Paul Bowles, escritor norteamericano, autor de El cielo protector. Conoció en 1937 a la británica Jane Sydney Auer, una novelista lesbiana enferma de tuberculosis. Su matrimonio constituyó una sólida y romántica relación asexual, que no supuso obstáculo alguno para que Jane continuara con su búsqueda de nuevas amantes.
-Bárbara Cartland, escritora inglesa de novela romántica, aunque su vida carecía de sexo.
-Isabel I de Inglaterra, “La reina Virgen”, a la que nunca se le pudo atribuir roce sexual alguno.
Además… George Washington Carver, Paul Erdős, Glenn Gould, Franz Kafka, Immanuel Kant, Christopher McCandless, Quietus, Ravel, Isaac Newton, John Ruskin, Alberto Santos-Dumont, Erik Satie, George Bernard Shaw, Stephen Somerville, Jim Steinman, Sun Ra, Nikola Tesla, Carlos II de Suecia o Ralph Nader.
Los asexuales han salido a la calle y reclaman su derecho a ser respetados por su condición sexual de nueva minoría mientras tratan de ganar adeptos organizándose en clubes, asociaciones y ONGs. Éstas son algunas de las más famosas.
Asexual Visibility and Education Network (AVEN). La comunidad en línea más grande del mundo. Su finalidad, crear una discusión abierta y honesta sobre la asexualidad entre la gente sexual y asexual. Ya han sacado a la venta la primera publicación mensual de la comunidad asexual, AVENues. Además, tienen un almacén on line donde venden productos que promueven la asexualidad, como camisetas, bolsas, gorras, etc., con lemas del tipo: SEXO NO, POR FAVOR. www.asexuality.org/home/Asexuallove.net. Un punto de encuentro para mantener relaciones reales con gente asexual. www.asexualove.net/Asexual Pals. Ayuda a encontrar gente en similar situación e incluso pareja. www.asexualpals.com

jueves, 8 de febrero de 2007

Cómo saber si una mujer finge un orgasmo

Muchos mitos y verdades circulan sobre este tema. Con el avance de los medios de comunicación e información se ha instalado, desde hace ya unos años, el debate acerca de la posibilidad que tiene la mujer de fingir ciertas reacciones durante el acto sexual. Esto llevó a los hombres a plantearse algunos interrogantes. ¿Por qué las mujeres fingen un orgasmo? ¿Es posible saber cuándo están mintiendo? “Los hombres no suelen darse cuenta de esta situación”, afirma Sandra Lustgarten, licenciada en Psicología y sexóloga. Esto se debería, según la profesional, a la capacidad que tienen las mujeres de actuar en ese momento como si efectivamente hubiesen experimentado un orgasmo. Ahora bien, ¿qué las lleva a mentir?. Según Lustgarten, existen distintas causas que llevan a esta situación. Muchas veces, las mujeres sienten que, fingiendo un orgasmo no sentido, evitan herir a los hombres en su autoestima. “A ellos les gusta saber, por un tema de machismo, si logran la satisfacción de la mujer, para así no sentirse frustrados”, afirma la licenciada.
Por otra parte, hay mujeres que nunca experimentaron uno, y piensan que ciertas sensaciones emocionales realmente constituyen un orgasmo. Lustgarten explica que “algunas, como no lo conocen, les parece que cualquier síntoma propio de la excitación del juego sexual es un orgasmo. Entonces, en esos casos hay que explicarles cómo se siente y en qué zonas”, algo que sólo se logra con la terapia.
Otra de las razones que lleva a mentir durante la relación sexual tiene que ver con la presión que la propia mujer ejerce sobre ella misma para no boicotear el encuentro. “Esto suele pasar, sobre todo, durante el primer vínculo de una pareja. Las mujeres que quieren volver a ver a alguien mienten para que el compañero concrete una nueva salida”, expresa Lustgarten.
No sólo hay que pensar este tema centrándose en la mujer que finge. También hay que considerar que esta mentira tiene su raíz en distintas cuestiones físicas y psicológicas que la arrastran a esta situación. “Muchas, a pesar de obtener la suficiente estimulación e incluso sentir los síntomas fisiológicos del orgasmo, no lo alcanzan. Y esta situación le trae consecuencias: una inmediata, que es la mentira ante la frustración o el pensamiento de que están sufriendo algún problema orgánico, y otra a largo plazo, relacionada con la limitación que comienzan a sentir frente a nuevas relaciones”, explica Lustgarten. Esto último las lleva a buscar excusas ante la inminente relación sexual “porque están seguras de que no van a lograr el orgasmo”. Algo así como un “auto boicot”.
Pero, ¿cuáles son las causas de la anorgasmia? La licenciada explica que, en cada caso, se debe hacer un diagnóstico diferencial. Muchas veces, el problema radica en afecciones orgánicas o fisiológicas, como infecciones urinarias que producen molestias o neuropatías. También ocurre en las mujeres que están cursando la menopausia, dado que la menor lubricación limita la respuesta fisiológica sexual, por lo cual se excitan menos y sienten dolor durante la penetración. Sin embargo, para Lustgarten el factor psicológico es crucial cuando se analiza la falta de orgasmos en la mujer. Explica que “en la mayoría de los casos, la anorgasmia es psicológica, y se basa en los problemas y conflictos de pareja, maltrato, baja autoestima o infancia sexual represora. A la consulta se acercan muchas mujeres que no saben estimularse, por lo cual no se permiten gozar”. Hay que tener en cuenta que esta situación es reversible, a través de una terapia sexual que comienza, inevitablemente, en “enseñar a la paciente cómo es su propio cuerpo”, tarea que se relaciona con la exploración de los genitales para descubrir las zonas erógenas. “Sólo así se puede mostrar al otro qué debe hacer para permitir el orgasmo en la mujer”, afirma la licenciada. Además, se debe contemplar que el orgasmo no sólo se consigue con la penetración vaginal o anal. Para Lustgarten, “con besos y caricias también se puede lograr el clímax”.
Las mujeres recurren a diferentes tácticas para que su pareja no se dé cuenta de que está fingiendo un orgasmo, muchas de ellas muy efectivas. “Una paciente me confesó una vez, en el consultorio, que con su compañero actual ‘tiembla como alguna vez tembló’, para que así él piense que está todo bien”, comenta la licenciada. “Sin embargo –prosigue- éste es el primer error”. Para Lustgarten, “debemos comprometer a la pareja en este dialogo fluido que tiene que ver con el quehacer íntimo”. Su experiencia le dice que muchas mujeres callan este tipo de cuestiones por miedo a provocar el enojo del compañero, su desilusión o el hacerlos sentir “que no saben nada”. Por eso, recalca que es muy importante hablar los problemas de falta de orgasmos entre ambos, como el puntapié inicial para comenzar la recuperación.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Las mujeres pasan de casarse... eso dicen.

¿Sabíais que la mayoría de las mujeres norteamericanas viven solas o "arrejuntás"? La verdad es que yo tampoco; hasta que lo leí el otro día, en el New York Times: "El 51% de las mujeres viven sin marido".
Así, de primeras, parece una estadística bastante inquietante. Si la sociedad ha de florecer y perpetuarse, necesita mantener el matrimonio como ideal social; tiene que formar a los niños y a las niñas en una cultura de vida que, con el paso del tiempo, les anime a casarse con alguien del sexo contrario, a fundar con ese alguien un hogar estable y cordial y a tener con ese alguien hijos que, con el paso del tiempo, contraigan a su vez matrimonio. La noticia de que la mayoría de las norteamericanas viven hoy sin un marido al lado nos mueve a pensar que dicho "ideal" está empezando a ser cosa de minorías.
"Las mujeres se casan más tarde, o viven más frecuentemente en pareja pero sin contraer matrimonio y durante períodos más largos de tiempo", escribe la periodista Sam Roberts. "Por otra parte, las mujeres viven más tiempo en situación de viudedad, y, si se divorcian, tienden a retrasar más que los hombres el momento de contraer un nuevo matrimonio, a veces para disfrutar de su recuperada libertad".
Casi todas las mujeres que aparecen en la información de la Roberts mencionan eso del disfrute. "Para mí, las ventajas fueron algo completamente imprevisto –afirma una divorciada de 59 años–: el tiempo libre, el tiempo que paso con mis amistades, el tiempo que paso a solas, que valoro muchísimo; la flexibilidad en términos de trabajo, viajes y actividades culturales". Tantas son las alegrías del no matrimonio, dice otra mujer, exultante, que "cada día es como un regalo".
Roberts cita en su trabajo a William Frey, de la Brookings Institution, para quien esta aparentemente feliz mayoría desmaridada representa "un claro punto de inflexión, la apoteosis de las tendencias post 1960 que abogaban por una mujer más independiente y con un estilo de vida más flexible".
Bueno, puede que sea así. O puede que no. Porque si tratas de cuadrar los números, resulta que los llamativos resultados de la Roberts dependen, para sostenerse, de la manipulación de determinadas definiciones.
Para empezar, mujer no es el término que emplea el común de los mortales para hacer referencia a una jovencita que se encuentra en plena adolescencia. No obstante, el NYT llega a incluir en su trabajo de investigación a chicas de sólo 15 años. Evidentemente, es dificilillo que una niña que no tiene edad ni para sacarse el carné de conducir tenga, sin embargo, un señor esposo. Según la "2005 American Community Survey" de la Oficina del Censo, el 97% de las mujeres de entre 15 y 19 años no se ha casado jamás. Colocar a casi 10 millones de adolescentes entre las "mujeres norteamericanas" en edad de merecer puede ser una buena manera de inflar el número de no casadas, pero, ciertamente, no da lustre a la investigación. Es más: los datos del Censo nos dicen que incluso contando a las mujeres de entre 15 y 19 años son mayoría –un 51%– las "ya casadas". Así que, ¿cómo ha llegado el NYT a la conclusión opuesta? Pues quitando de las enmaridadas al "relativamente pequeño número" –en realidad, más de dos millones– de mujeres que tienen a su señor esposo "trabajando fuera de la ciudad, en el Ejército o internado en alguna institución". Total, que el llamativo titular de la primera página del NYT es cierto sólo si metemos en el saco de las desmaridadas a las mujeres de los soldados que están combatiendo fuera de sus fronteras.
Desde luego, el matrimonio no tiene en Estados Unidos la fuerza que tenía hace 50 años. Pero todavía es pronto para incluirlo entre las especies en peligro de extinción. De acuerdo con la Oficina del Censo, para cuando tienen entre 30 y 34 años la gran mayoría de los norteamericanos (el 72%) están o han estado casados. Entre los que tienen 65 o más años, al menos el 96% está o ha estado casado. Sí, la tasa de divorcios es elevada (17,7 por cada 1.000 matrimonios), y muchas parejas conviven sin estar casadas, pero el matrimonio sigue siendo una institución fundamental en la vida norteamericana.
Los defensores del matrimonio suelen quejarse de que todo va a peor, dice David Blankenhorn en su más reciente libro, The Future of Marriage (El futuro del matrimonio), pero ya va siendo hora de reconocer que algunas cosas van a mejor; por poner un par de ejemplos: las tasas de divorcio están experimentando una –modesta, eso sí– caída, así como las de embarazos entre las adolescentes –éstas, además, están cayendo en picado–. Pongamos otros dos: tras un largo bache, los niveles de satisfacción conyugal están creciendo, y una gran mayoría de los niños norteamericanos (el 67%) están siendo criados por padres casados. Además, los jóvenes que esperan contraer matrimonio superan en mucho a los que no. El 70% de los chicos y el 82% de las chicas de 12º grado (17-18 años) consideran "extremadamente importante" llegar a tener un buen matrimonio y una buena vida familiar, según la encuesta anual "Monitoring the Future", de la Universidad de Michigan. Aún mayores son los porcentajes de quienes afirman que desean casarse.
Los años 60, la revolución sexual, el divorcio por mutuo acuerdo, el aumento del número de madres solteras...: no hay duda de que el matrimonio ha estado en aprietos. Los norteamericanos tienen buenos motivos para estar, como dice Blankenhorn, "en mitad de lo que podría denominarse un momento-matrimonio: un momento de preocupación nacional, quizá sin precedentes, por el presente y el futuro del matrimonio". Pero, a pesar de todos los golpes que ha recibido nuestra más importante institución social, sigue siendo un ideal: los chicos y las chicas aún aspiran a ser de mayores maridos y mujeres.

martes, 6 de febrero de 2007

Se comprueba que las suegras son causa de divorcio

Están siempre ahí y opinan de todo... y de todos. Así se las describe, según el imaginario popular. Pero ahora hay un claro aval jurídico para decir que son "rompe matrimonios". En Italia, los jueces del Tribunal de la Rota Romana, una de las instituciones eclesiásticas de la Iglesia que se ocupa de las causas matrimoniales, ya han sentado precedente con un caso de "suegras". El mencionado tribunal ya ha sentenciado que la excesiva dependencia de un cónyuge con su madre puede ser motivo para conceder la nulidad de un vínculo matrimonial.
Es que frases como "la comida de mi madre es más rica", "dice mi madre que deberíamos ir de vacaciones a la playa" o "mamá quiere que vayamos a almorzar con ella", son comentarios comunes entre muchos matrimonios, tanto que hasta llegan a romper la paciencia del cónyuge. La figura de la suegra que siempre opina, se mete y hasta llega a dar órdenes con actitud dominante, no sólo causa infinitas discusiones matrimoniales sino que hasta puede ser causa de nulidad del matrimonio.
Entre los 1.679 casos que ingresan al Tribunal de la Rota, se encuentran los de varios cónyuges que denunciaban estar siendo afectados por la madre de su marido o mujer. Las autoridades eclesiásticas no han tenido otra opción que conceder la nulidad matrimonial a aquellos que demostraban tener una excesiva subordinación hacia su madre, a veces de tal magnitud que el malestar es tan insoportable que llevan a pedir la desvinculación de quien se creyó, alguna vez, iba a ser el amor para toda la vida. Por esta razón, se considera a los cónyuges con estas características "incapaces de asumir obligaciones esenciales que requiere la unión matrimonial" por mostrarse sumamente dependientes de las acciones y dichos de sus madres.
La licenciada Beatríz Golberg, autora del libro Suegras: Técnicas y estrategias para la supervivencia, asegura que una de las causas de las separaciones tiene que ver con las influencias de las suegras en los matrimonios. Basándose en su experiencia, la psicóloga dice que "siempre escuchas que la suegra es un problema". La experta aconseja que las parejas no discutan frente a las madres, ya que "es una manera de involucrarla y darle espacio para que opine". "Hay hijos que tienen que internalizar y elaborar la relación con sus madres, para que los ayuden a resolver su complejo de Edipo". Otro gran problema que la psicóloga advierte es "la culpa que generan las madres y que no ayuda" a que los hijos puedan independizarse de ellas. Goldberg propone aprender a "poner límites a las suegras", tal como se hace con los niños.

lunes, 5 de febrero de 2007

Quiénes son más apasionados

Los mitos sobre la ferocidad de los hombres parecen ser desterrados por las pruebas concretas. Las mujeres tomaron el control y demostraron ser tan sexuales como ellos.
La tradición dice que el hombre es un ser siempre dispuesto a los encuentros íntimos, capaz de satisfacer a varias mujeres al mismo tiempo e incansable. Sin embargo, nuevos estudios revelan que ellas están a la misma altura. Muchos sondeos muestran respuestas alteradas por la influencia de la presión social. Los hombres sienten la necesidad de exagerar el número de sus encuentros sexuales y las mujeres de ocultarlos. Pero en los tiempos que corren, ellas decidieron dejar la timidez de lado y demostrar su lado más sexual. Mientras, el hombre se reconcilió con su estereotipo.
Siempre se creyó que los hombres eran más activos sexualmente porque hablan constantemente sobre sus encuentros. Suelen hacer chistes al respecto o “propuestas indecentes”. Pero se trata sólo de un comportamiento social. Ellos están condicionados a mostrase siempre dispuestos, y ellas a callar. Pero ésta no necesariamente es la realidad. Muchos hombres se “achican” cuando una mujer responde a sus propuestas. Con respecto a la frecuencia, tener muchas parejas no es un indicador fiable de mayor actividad sexual. Está demostrado que tienen más relaciones las personas con parejas estables que las que mantienen encuentros casuales. Estos últimos requieren de un tiempo previo de dedicación para convencer a la otra persona que no tienen que invertir las parejas. Es por esto, que los hombres que alardean de su promiscuidad, suelen tener menos relaciones que quienes ya están establecidos.
Estudios han demostrado que hombres y mujeres se encienden con la misma rapidez. La única diferencia es que ellos hacen exaltación de eso y actúan en consecuencia. Mientras que, la mayoría de ellas, lo oculta. Atrás quedaron los mitos y las mentiras. Hombres y mujeres son igualmente sexuales y capaces de disfrutar de encuentros de igual intensidad.

domingo, 4 de febrero de 2007

¿Conviene aventurarse en una relación amorosa con un hombre casado?

En un episodio de la exitosa serie estadounidense Sex and the City (Sexo en Nueva York), Sarah Jessica Parker en su papel de Carrie Bradshaw, conoce al atractivo Mr. Big y en lo primero que se fija es, obviamente, en el físico e inmediatamente después en sus manos, para verificar que no esté casado. Al ver que no usa el anillo ‘espanta-mujeres’ se siente aliviada y ve en él una nueva oportunidad romántica.
La verdad es que una mujer no puede fiarse de un hombre que no usa anillo de compromiso y mucho menos asegurar que nunca ha mantenido una relación amorosa con un casado porque muchas veces no lo sabe. Sin embargo, hay féminas que se arriesgan y deciden iniciar un ‘noviazgo’ con un hombre que tiene familia y que vive ‘felizmente’ con su esposa.
Pese a lo que dice una canción de que ‘el hombre casado sabe mejor’, si tú eres de las que se aventuran a andar con hombres desposados a la larga puedes sufrir los estragos que una relación así deja a su paso, a menos que existan otro tipo de intereses que no involucren el amor ni la pasión, tal vez con una actitud meramente frívola saldrás invicta. De lo contrario, tendrás que soportar una relación tormentosa en la que, primero que nada, necesitas estar consciente de que la cosa no va en serio a pesar de las constantes promesas de tu pareja de que la relación con su esposa no es buena y que tarde que temprano se divorciarán. Ilusionarte con ir al altar al lado de ese hombre es impensable, sólo si se casó por el civil, pero en este tipo de relaciones nada es seguro.
La adrenalina, las emociones fuertes, los momentos espectaculares y las noches de pasión con un hombre enlazado pueden ser extraordinarios, pero no olvides que tendrá que llegar a su casa a dormir y aunque a veces no lo haga, la mayor parte del tiempo ahí estará por las noches.
Imposible conocer a su familia, irte de vacaciones o ir con él a un evento importante que demande la compañía de sus seres queridos.
Más que tú, él tendrá delirio de persecución. Cuando vayan a un restaurante, al cine, al teatro, etc., los primeros minutos los utilizará para estar inspeccionando si no hay nadie conocido y momentos después lo volverá a hacer casi como un ritual. Pensará que todos lo miran, estará pendiente del teléfono y otras cosas más que te harán perder la cabeza.
Será inevitable que te preguntes una y otra vez por qué no ha dejado a su esposa para quedarse contigo, comenzarás a dudar de cada una de sus excusas hasta llegar a pensar que se siente mejor con ella porque seguramente es más interesante, más hermosa y que vale más que tú, afectando así a tu autoestima.