Un joven de 29 años que tomó un energizante que le otorgó más potencia que la buscada ha debido someterse a un tratamiento y hasta a una cirugía para solucionar su poco disimulable problemita. Y es que Christopher Woods ha tenido que operarse para desviar la sangre que va al pene para evitar la erección continua.
En la demanda, Woods explica que compró la bebida Boost Plus, fabricada por Novartis AG, y se la bebió. A la mañana siguiente se levantó con "una erección que no remitía" y fue al hospital ese mismo día para tratarse de priapisma severo. Los documentos presentados aseguran que Woods sufrió de problemas después del tratamiento inicial y tuvo que volver al hospital, donde le practicaron una cirugía en la arteria para evitar males de erección o agrandamiento.
Una portavoz de la empresa, Brandi Robinson, ha dicho que ésta tiene conocimiento de la demanda, pero que es política de Novartis no comentar sobre litigios vigentes. Boost Plus es una bebida energética que se ofrece en diferentes sabores.
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