Porno Pizza, que abrió la semana pasada en Winnipeg (Canadá), registra un creciente éxito con su idea de tapizar el fondo de sus cajas de pizza con imágenes provocativas, o más. 'Van desde fotos con un cierto contenido artístico como las de la revista Playboy hasta fotos mucho más hardcore', dice Corey Wildeman, propietario de Porno Pizza, precisando que se descubren las fotos a medida que se come la pizza.
La iniciativa no ha gustado a todo el mundo. Roz Prober, responsable de un grupo de defensa de los niños, teme que estas pizzas lleguen a manos de menores. 'Vivimos en una sociedad tan invadida por la sexualidad que ahora se puede hacer que la sirvan en la mesa', lamenta.
Wildeman afirma, por su parte, que sus pizzas están prohibidas para menores de 18 años. 'No se corre el riesgo de perder dinero apelando a un pequeño denominador común. Todo el mundo lo sabe: el sexo vende', explica, asegurando que ya está en negociaciones para abrir franquicias fuera de Canadá.
Wilderman cuenta que se ha inspirado en películas pronográficas protagonizadas por repartidores de pizza que acuden a la casa de mujeres solas. Afirma que, para su gran sorpresa, el 75 por ciento de sus clientes son mujeres.
La iniciativa no ha gustado a todo el mundo. Roz Prober, responsable de un grupo de defensa de los niños, teme que estas pizzas lleguen a manos de menores. 'Vivimos en una sociedad tan invadida por la sexualidad que ahora se puede hacer que la sirvan en la mesa', lamenta.
Wildeman afirma, por su parte, que sus pizzas están prohibidas para menores de 18 años. 'No se corre el riesgo de perder dinero apelando a un pequeño denominador común. Todo el mundo lo sabe: el sexo vende', explica, asegurando que ya está en negociaciones para abrir franquicias fuera de Canadá.
Wilderman cuenta que se ha inspirado en películas pronográficas protagonizadas por repartidores de pizza que acuden a la casa de mujeres solas. Afirma que, para su gran sorpresa, el 75 por ciento de sus clientes son mujeres.
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