Adam Hilton, un inglés de 32 años de edad ha sido condenado por la Justicia británica a no acercarse por casa de su novia, de 29 años, por el ruido que hace cuando mantiene relaciones sexuales con ella. (Con anterioridad ya tuvo que pagar una multa de más de 500 euros por violar la orden de reducción de ruido.) Así, Adam no podrá acercarse a menos de 100 metros de la casa de kerry Norris, su pareja.
Los vecinos del edificio donde vive kerry llevaban dos años quejándose por los golpes en las paredes y los gritos y también porque ésta suele tomar sol desnuda en su patio, y les molestaba que un niño de seis años que vive en el mismo edificio tuviera que escuchar "el tipo de obscenidades que uno no quisiera que llegaran a oídos de un pequeño de seis años", comentan. "Ella es la clásica vecina de pesadilla", destacando que el problema no era el sexo. "Se trata de permitir que los vecinos lleven una vida normal y decente sin ser perturbados".
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