El ser humano se ha vuelto tremendamente cuidadoso con su apariencia, de modo que pasa horas mirándose en el espejo para maquillarse, arreglarse el flequillo o afeitarse, por ejemplo. Sin embargo, esta rutina que podría parecer normal, también se puede convertir en una costumbre obsesiva.
Una encuesta, llevada a cabo en Inglaterra por una empresa de maquillaje, demuestra que las mujeres inglesas no pueden pasar más de media hora sin mirarse en el espejo para comprobar que todo está en orden, siendo las mujeres de Liverpool las que tienen el récord en coquetería reconociendo que se plantan ante su reflejo hasta 71 veces diarias.
El estudio, tras quitar las ocho horas de sueño, deja patente que las mujeres se miran en el espejo unas cuatro o cinco veces por hora. Diariamente se maquillan y se pintan los labios unas 11 veces o, lo que es lo mismo, una vez cada tres horas.
El sexo masculino no se queda atrás en esta lucha. Hasta 66 veces al día pueden llegar a mirarse ellos en el espejo, unas cuatro veces al día menos que ellas. La media en los hombres, sin embargo, está en 27 veces por día.
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