La Iglesia de Polonia pretende fomentar la castidad entre las jóvenes del país y para ello ha promovido el anillo de la castidad, una sortija de plata adornada con una azucena, símbolo de pureza, con el que espera que las chicas polacas puedan presumir de su virginidad hasta el matrimonio.
Las sortijas ya se pueden adquirir en el Santuario de la Bendita Karolina Kózka, en Tarnów (al sur del país), un templo dedicado a la joven Karolina Kózka, asesinada en 1898 cuando sólo contaba con 16 años y trataba de evitar que un soldado ruso la violase. Juan Pablo II beatificó a Karolina hace veinte años y, desde ese momento, se la consideró en Polonia como símbolo de la pureza de las jóvenes, un concepto que cada vez cobra más importancia en este país, donde la Iglesia tiene todavía una presencia fundamental en la sociedad.
Un artesano local fue el encargado de diseñar este anillo de la castidad, que pronto también podrá ser adquirido en el resto de parroquias polacas y a través de Internet.
Mucha gente opina que el anillo de la castidad será simplemente una moda que no logrará cambiar los hábitos sexuales de las jóvenes polacas. "Puede que haya personas que quieran llevar este anillo para mostrar que son vírgenes, pero la mayoría lo harán como una simple moda, nada más, seguro que seguirán comportándose igual a pesar de la sortija", asegura Agnieszka Nowak, estudiante de sociología en Varsovia.
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